jueves, 10 de octubre de 2013

Vigilancia médica

No se ha identificado ningún agente particularmente peligroso, que suponga un riesgo para la visión. La astenopía entre los operadores de PVD parece ser más bien un fenómeno agudo, aunque se piensa que puede existir una tensión persistente de la acomodación. A diferencia de muchas enfermedades crónicas, el trabajador percibe muy pronto una mala adaptación al trabajo con una PVD, y esto hace que pueda buscar ayuda médica mucho antes que los trabajadores en otras situaciones laborales. Como resultado de estas consultas, con frecuencia se prescriben gafas, pero lamentablemente, éstas no siempre están bien adap- tadas a las necesidades del lugar de trabajo aquí descritas. Es indispensable que los médicos tengan la formación específica para tratar a personas que trabajan con PVD. En el Swiss Federal Institute of Technology de Zurich, por ejemplo, se ha creado un curso especial exclusivamente con este fin.
En el caso de los trabajadores que utilizan PVD, deben tenerse en cuenta los siguientes factores. A diferencia del trabajo tradicional de oficina, la distancia entre los ojos y el objetivo a visualizar, la pantalla, es habitualmente de 50 a 70 cm y no puede modificarse. Así, sería necesario prescribir las lentes teniendo en cuenta esta distancia de visión fija. Las lentes bifo- cales no son apropiadas porque requieren una extensión dolo- rosa del cuello para que el usuario pueda leer la pantalla. Las lentes multifocales son mejores, pero dado que limitan los movi- mientos oculares rápidos, pueden dar lugar a más movimientos de cabeza produciendo una tensión añadida.
La corrección ocular debería ser lo más precisa posible, teniendo en cuenta los menores defectos visuales (como el astig- matismo), así como la distancia de visión a la PVD. No deberían prescribirse cristales de color, que reducen el nivel de ilumina- ción en el centro del campo visual. Las gafas parcialmente colo- ridas no son útiles, ya que en el lugar de trabajo, los ojos siempre se mueven en todas direcciones. El ofrecer unas gafas especiales
a los empleados, desde luego, no significa que dejen de atenderse otras molestias visuales, ya que podrían reflejar deficiencias en el diseño ergonómico del puesto y del equipo de trabajo.
Por último, es necesario mencionar que los operadores que sienten más molestias son quienes necesitan mayores niveles de iluminación para realizar un trabajo detallado y, al mismo tiempo, quienes tienen una mayor sensibilidad a los reflejos. Los operadores con la vista corregida tenderán a aproximarse más a la pantalla para ver mejor y, por lo tanto, estarán más expuestos al parpadeo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario