En cinco estudios teratológicos, tres con ratones y dos con ratas, se utilizaron campos magnéticos MBF similares a los que se detectan en las proximidades de las PVD. Los resultados de estos estudios se resumen en la Tabla 52.4. Sólo uno de los estudios (Tribukait y Cekan 1987) mostró un mayor número de fetos con malformaciones externas. Stuchly y cols. (1988) y Huuskonen, y Juutilainen y Komulainen (1993) describieron un aumento significativo en el número de fetos con malformaciones esqueléticas, pero sólo cuando el análisis se basó en el feto como una unidad. El estudio de Wiley y Corey (1992) no mostró ningún efecto de la exposición al campo magnético sobre la reabsorción placentaria ni otras consecuencias sobre la gestación. Las reabsorciones placentarias fueron equivalentes, en términos generales, a los abortos espontáneos en humanos. Por último, Frölén y Svedenstål (1993) realizaron una serie de cinco experimentos. En cada experimento, la exposición se producía en un día distinto. Entre los primeros cuatro subgrupos experimentales (día de inicio 1– día de inicio 5), se observaron aumentos significativos en el número de reabsorciones placentarias entre las hembras expuestas. Ahora bien, no se observaron estos efectos en el experimento en el que la exposición comenzó el día 7, como se muestra en la Figura 52.8.
Las interpretaciones que los investigadores hacen de sus resul- tados son: Stuchly y colaboradores han señalado que las anor- malidades observadas no son inusuales y han atribuido sus resultados a la “variación habitual intrínseca a cualquier evalua- ción teratológica”. Huuskonen y cols., cuyos resultados fueron similares a los de Stuchly y cols., fueron menos negativos en su valoración y consideraron que sus resultados podrían indicar un efecto real, aunque también señalaron que las anormalidades eran “sutiles y probablemente no afectarían el desarrollo poste- rior de los fetos”. En la discusión de sus resultados, en los que se observaron efectos en las primeras fases de la exposición, pero en las posteriores, Frölén y Svedenstål sugieren que los efectos observados podrían estar relacionados con efectos precoces sobre la reproducción, antes de la implantación en el útero del óvulo fecundado.
Además de los efectos sobre la reproducción, en el estudio de Stuchly y cols. se observó una disminución de las células rojas y blancas de la sangre en el grupo con un nivel de exposición mayor (en otros estudios no se realizaron recuentos de células sanguíneas). Aunque los autores, sugerían que podría ser indicio de un efecto leve de los campos magnéticos, también señalaban que las variaciones en el recuento de células sanguíneas estaban
“dentro de los límites normales”. La falta de datos histológicos y la ausencia de efectos sobre las células de la médula ósea hacen que sea difícil evaluar estos resultados.
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