martes, 8 de octubre de 2013

Propiedades peligrosas de las sustancias químicas

Las sustancias peligrosas son compuestos y mezclas de los mismos que representan una amenaza para la salud y los bienes por su toxicidad, inflamabilidad, potencial explosivo, radiación u otras propiedades peligrosas. La atención pública se ha centrado mayormente en los peligros de los carcinógenos, los residuos industriales, los plaguicidas y la radiación. Sin embargo, son innumerables los compuestos no incluidos en esas categorías que pueden suponer una amenaza para la salud y la seguridad públicas.
Las sustancias químicas peligrosas pueden constituir un riesgo físico, como en los casos de accidentes industriales y de trans- porte. Los hidrocarburos pueden incendiarse e incluso explotar,
y los incendios y explosiones pueden generar sus propios peligros tóxicos dependiendo de las sustancias químicas inicialmente presentes en ellos. Los incendios en lugares de almacenamiento de plaguicidas constituyen una situación especialmente peli- grosa, pues estos últimos pueden convertirse en productos de combustión aún más tóxicos (como los paraoxones en el caso de los órganofosfatos) y, cuando la combustión se produce en presencia de compuestos de cloro, pueden generarse cantidades significativas de dioxinas y furanos, que son nocivos para el medio ambiente.
No obstante, lo que más preocupa a la mayoría de la gente con respecto a los residuos peligrosos es su toxicidad. Las sustan- cias químicas pueden ser tóxicas para los seres humanos y ser nocivas también para el medio ambiente a través de su toxicidad para las especies animales y vegetales. Son motivo de especial preocupación las que no se degradan fácilmente en el medio ambiente (característica que se denomina biopersistencia) o que se acumulan en él (característica que se denomina bioacumulación).
El número de sustancias químicas de uso común y su peligro- sidad se han modificado radicalmente. En la última generación, la investigación y desarrollo en química orgánica e ingeniería química han introducido miles de nuevos compuestos destinados a un amplio uso comercial, incluidos compuestos persistentes como los bifenilos policlorados (PCB), plaguicidas más potentes, aceleradores y sustancias para dar plasticidad, de efectos inusuales y aún mal conocidos. La producción de sustancias químicas se ha elevado enormemente. Por ejemplo, en 1941 la producción total de compuestos orgánicos sintéticos en Estados Unidos no llegaba a los 1.000 millones de kg. Hoy supera con mucho los 80.000 millones. Muchos compuestos que son hoy de uso común no fueron suficientemente ensayados y no los cono- cemos bien.
Las sustancias químicas tóxicas han entrado en nuestra vida diaria mucho más que en el pasado. Son muchas las fábricas o los vertederos de sustancias químicas que antes estaban aisladas o en los lindes de las poblaciones y que hoy se han incorporado
a las zonas urbanas por el crecimiento de los alrededores de las grandes ciudades. Las poblaciones están hoy más cerca del problema que antes. Algunas comunidades se han construido directamente encima de antiguos vertederos. Aunque los acci- dentes con sustancias peligrosas pueden adoptar muchas formas
y ser sumamente singulares, parece que en la gran mayoría interviene un grupo relativamente reducido de sustancias: disol- ventes, pinturas y revestimientos, soluciones metálicas, bifenilos policlorados (PCB), plaguicidas y ácidos y álcalis. En estudios realizados en Estados Unidos, las diez sustancias peligrosas que se encontraban con más frecuencia en los vertederos que exigían una intervención oficial eran el plomo, el arsenio, el mercurio, el cloruro de vinilo, el benceno, el cadmio, los PCB, el cloroformo, el benzo(a)pireno y el tricloroetileno. No obstante, el cromo, el tetracloroetileno, el tolueno y el di-2-etilhexilftalato también ocupaban un lugar destacado entre las sustancias que podían migrar o provocar una exposición humana. El origen de estos residuos químicos varía considerablemente y depende de la situación local, pero fuentes características de ese flujo de resi- duos son las soluciones para galvanoplastia, las sustancias químicas desechadas, los productos secundarios de procesos de fabricación y los disolventes desechados.


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