La eliminación inadecuada y a menudo negligente de los residuos industriales —el vertido incontrolado a los cursos de agua y a la tierra, contaminando agua y suelo— constituye otro grave problema de salud ambiental, aparte de la contaminación del aire de origen industrial, en los países en desarrollo, especialmente aquellos que poseen muchas empresas de aldea de pequeñas dimensiones como las de China. Algunas fábricas a pequeña escala, como las de teñido de textiles, pasta de papel y papel, curtiduría de cuero, galvanoplastia, lámparas fluorescentes, bate- rías de plomo y fundición de metales, producen siempre gran cantidad de residuos, que contienen sustancias tóxicas o peli- grosas como cromo, mercurio, plomo, cianuro, etc., que cuando no son tratadas pueden contaminar ríos, arroyos y lagos, y también el suelo. A su vez, la contaminación del suelo puede contaminar los recursos de aguas subterráneas.
En Karachi, el río Lyan, que atraviesa la ciudad, se ha convertido en un desaguadero al aire libre de aguas residuales y efluentes industriales no tratados procedentes de unas 300 indus- trias de diversos tamaños Algo similar ocurre en Shanghai. Alre- dedor de 3,4 millones de metros cúbicos de residuos industriales
y domésticos afluyen al arroyo Suzhou y al río Huangpu, que atraviesan el centro de la ciudad. Como resultado de esta grave contaminación, el río y el arroyo han perdido prácticamente todos los seres vivos, y por su olor y aspecto resultan desagrada- bles y ofensivos para la población que vive en las zonas circundantes.
Otro problema en materia de contaminación del agua y el suelo en los países en desarrollo lo plantea la transferencia de desechos tóxicos o peligrosos desde los países desarrollados a estos últimos. El coste de transportar estos desechos a sencillos lugares de almacenamiento situados en los países en desarrollo es muy inferior al que exige almacenarlos con seguridad o incinerarlos en sus países de origen de conformidad con las norma- tivas oficiales aplicables. Así ha ocurrido en Tailandia, Nigeria, Guinea Bissau y otros países. En el transporte suelen producirse escapes que contaminan el aire, el agua y el suelo, lo que repre- senta un riesgo potencial para la salud de las personas que viven en las proximidades.
Así pues, los problemas de salud de origen ambiental que se examinan en el presente capítulo tienden a afectar en una medida aún mayor a los países en desarrollo.
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