. Desde 1974, se han realizado numerosos estudios que han dado origen a una serie de recomendaciones para reducir la iluminación de los lugares de trabajo. Se han basado principalmente en estudios con pantallas poco satisfactorias. Los niveles recomendados estaban entre 100 lux y 1.000 lux, y en general, se han propuesto niveles muy inferiores a las normas existentes para la iluminación de las oficinas (por ejemplo, 200 lux ó 300 a 500 lux).
Cuando se utilizan pantallas de polaridad positivas con una luminancia de aproximadamente 100 cd/m2 y algún tipo de tratamiento antirreflejo eficaz, el uso de las PVD no limita el nivel aceptable de iluminación y los usuarios aceptan niveles de hasta 1.500 lux , un valor poco frecuente en un área de trabajo. Si las principales características de las PVD no permiten trabajar cómodamente con la iluminación normal de la oficina, como ocurre cuando se trabaja con tubos electrónicos memori- zadores, lectores de microimágenes, pantallas en color, etc., es posible mejorar notablemente las condiciones visuales si se intro- duce una iluminación con dos componentes. El sistema es una combinación de iluminación indirecta de la sala (efecto secun- dario) y de iluminación directa de la tarea. Los usuarios deben poder controlar ambos componentes.
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