El contexto organizativo del trabajo puede influir sobre el estrés y la salud del trabajador. Cuando la tecnología requiere nuevas cualificaciones, la forma en que se presentan las nuevas tecnologías a los trabajadores y el apoyo que reciben de la organización, como la formación adecuada y el tiempo necesario para adaptarse, se ha relacionado con los niveles de estrés y las altera- ciones emocionales experimentadas (Smith, Carayon y Miezio
1987). La oportunidad para desarrollarse y promocionar en un trabajo (carrera profesional) también está relacionado con el estrés (Smith y cols. 1981). La incertidumbre con relación al futuro laboral es una fuente importante de estrés entre los usuarios de ordenadores (Sauter y cols. 1983b; Carayon 1993a) y la posibilidad de perder el empleo también genera estrés (Smith y cols. 1981; Kasl 1978).
Se ha indicado que la programación del trabajo, como los turnos de trabajo y las horas extra, repercuten negativamente sobre la salud física y mental (Monk y Tepas 1985; Breslow y Buell 1960). Las empresas que desean mantener los equipos en funcionamiento continuo, utilizan cada vez más el trabajo a turnos. Con frecuencia es necesario que los empleados hagan horas extra para poder cumplir con la carga de trabajo, especial- mente cuando se producen retrasos debido a la caída o al mal funcionamiento del sistema.
Los ordenadores proporcionan a los directivos la capacidad de controlar electrónicamente el rendimiento de los trabajadores continuamente; esto puede crear condiciones de trabajo estre- santes, por ejemplo, al aumentar la presión en el trabajo (véase el cuadro “Control electrónico”). Las relaciones personales negativas entre el empleado y el supervisor y la sensación de falta de control pueden aumentar en los lugares de trabajo supervisados electrónicamente.
La introducción de la tecnología de las PVD ha afectado a las relaciones sociales en el trabajo. El aislamiento social se ha iden- tificado como una fuente importante de estrés para los usuarios de ordenadores (Lindström 1991; Yang y Carayon 1993), ya que el aumento del tiempo que el trabajador dedica al ordenador reduce el tiempo disponible para relacionarse con otros trabaja- dores y recibir o dar apoyo social. La necesidad del apoyo de los supervisores y compañeros está bien documentada (House 1981), y se ha comprobado que puede reducir el impacto de otros factores de estrés sobre el estrés del trabajador. El apoyo de los compañeros, el supervisor o el personal técnico es importante para el trabajador que tiene problemas con su equipo; ahora bien, el ambiente de trabajo informático puede, irónicamente, reducir el nivel de tal apoyo social.
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