miércoles, 27 de noviembre de 2013

Análisis de la tarea

El análisis ergonómico de la tarea es uno de los pilares del diseño de interfaces. Esencialmente se trata del proceso por el que se definen las responsabilidades y actividades de los usuarios, lo que, a su vez, permite diseñar interfaces compatibles con las características de las tareas de los usuarios. Todas las tareas tienen dos facetas:
1. La tarea nominal, que corresponde a la definición formal de tarea hecha por la organización. Incluye los objetivos, los procedimientos, el control de calidad, las normas y las herramientas.
2. La tarea real, que corresponde a las decisiones de los usuarios y a los comportamientos necesarios para la ejecución de la tarea nominal.
El corte entre la tarea nominal y la real es inevitable y deriva de la incapacidad de la tarea nominal de tener en cuenta las variaciones y las circunstancias imprevisibles del flujo de trabajo, así como de las diferencias en la representación mental que los usuarios hacen de su trabajo. El análisis de la tarea nominal no basta para entender completamente las actividades de los usuarios.
El análisis de la actividad examina elementos como los obje- tivos de trabajo, el tipo de operaciones realizadas, su organización temporal (secuencial, en paralelo) y frecuencia, los modos operativos en que se basa, las decisiones, las fuentes de dificultades, los errores y los modos de recuperación. También muestra este análisis las distintas operaciones realizadas para llevar a cabo la tarea (detección, búsqueda, lectura, comparación, evaluación, decisión, estimación, anticipación), las entidades manipuladas (por ejemplo, en el control de procesos, la tempera- tura, presión, velocidad de flujo, el volumen) y la relación entre los operadores y las entidades. El contexto en el que es ejecutada la tarea condiciona estas relaciones. Tales datos son indispensa- bles para definir y organizar las características futuras del sistema.
A nivel más básico, el análisis de la tarea está compuesto por la obtención de datos, su recopilación y análisis. Puede realizarse antes, durante o después de la informatización de la tarea. En todos los casos, proporciona directrices esenciales para el diseño y la evaluación de la interfaz. El análisis de la tarea siempre está relacionado con la tarea real, aunque también puede estudiar tareas futuras a través de su simulación o la prueba de proto- tipos. Cuando se realiza antes de la informatización, estudia las “tareas externas” (es decir, las tareas que se realizan sin el ordenador), que se llevan a cabo con las herramientas de trabajo existentes (Moran 1983). Es un tipo de análisis útil incluso si se espera que la informatización modifique la tarea de forma importante, ya que permite definir la naturaleza y lógica de la tarea, los procedimientos de trabajo, la terminología, los opera- dores y tareas, las herramientas de trabajo y fuentes de dificultades. Al hacer esto, se obtienen los datos necesarios para la optimización de la tarea y la informatización.
El análisis de la tarea realizado durante la informatización de la tarea se centra en “tareas internas”, es decir, las realizadas y representadas por el sistema informático. En esta etapa se utilizan prototipos del sistema para la obtención de datos. El proceso se ocupa de los mismos puntos examinados en la etapa anterior, pero desde el punto de vista del proceso de informatización.
Después de la informatización de la tarea, el análisis de la tarea también estudia las tareas internas, pero el análisis ahora se centra en el sistema informático final. Este tipo de análisis se realiza con frecuencia para evaluar las interfaces existentes o como parte del diseño de interfaces nuevas.
El análisis jerárquico de la tarea es un método utilizado frecuentemente en ergonomía cognitiva que ha resultado muy útil en diversos campos, incluido el diseño de interfaces (Shepherd 1989). Consiste en la división de las tareas (u objetivos principales) en subtareas, cada una de las cuales puede subdividirse hasta conseguir el nivel de detalle deseado. Si los datos se obtienen directamente de los usuarios (por ejemplo, a través de entrevistas, comentarios, etc.), la división jerárquica puede dar una imagen de la ordenación mental que los usuarios hacen de la tarea. Los resultados del análisis pueden represen- tarse mediante una tabla o un diagrama de árbol. Cada una de estos formatos tienen ventajas e inconvenientes.


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